· * De 84 años, había
sido condenado a muerte por el régimen comunista
Por Elisabetta Pique | LA NACION
TIRANA.- Francisco lloro ayer cuando escucho el terrible
testimonio de don Ernest Simoni, un sacerdote de 84 años que fue condenado a
muerte por el régimen comunista de Enver Hoxha y que paso 27 años en diversos
campos de concentración y trabajos forzados.
Franciscano, de pelo blanco, el sacerdote relato la represión sufrida
antes de la celebración de las vísperas que tuvo lugar en la catedral de
Tirana. Simoni detallo su terrible historia de persecución y torturas con tono
monocorde y sin inmutarse.
"«Tu serás ahorcado como enemigo porque dijiste al pueblo que todos
moriremos por Cristo si es necesario», me dijo un jefe. Me apretaron los
fierros tan fuerte en las muñecas que los latidos de mi corazón se detuvieron y
casi muero. Querían que hablara en contra de la Iglesia y yo no acepte. Por las
torturas caí casi muerto", conto en un tramo del relato. En ese momento,
en la catedral reinaba un silencio sepulcral, y el Papa seguía con atención la
historia a través de una traducción.









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