ROMA, 24 Jun. (ACI/EWTN Noticias).- El
Arzobispo caldeo (católico) de Mosul en Irak, Mons. Amel Shamon Nona, informó
de la destrucción de una estatua de la Virgen María por parte de los
extremistas musulmanes que han tomado el control de la ciudad, pero añade que
por el momento no hay pruebas de que los rumores sobre un “impuesto islámico” a
pagar por los cristianos en Mosul a los islamistas del país y el Levante sean
ciertos.
El Arzobispo dijo a la agencia
vaticana Fides que “una estatua de la Virgen María fue destruida por los
militantes islamistas que habían tirado abajo una torre de la iglesia caldea de la Inmaculada Concepción”.
“El santuario es un lugar de
culto frecuentado por los fieles y durante la remoción y destrucción de la
estatua de María, el interior de la iglesia no ha sido violado. Han sufrido la
misma suerte otras estatuas de la ciudad”.
La campaña emprendida por los
insurgentes islamistas en Mosul y el norte de Irak se has desencadenado incluso
contra estatuas como la dedicada a Mullah Osman Musli y otra dedicada al poeta
Abu Tammam.
El Arzobispo caldeo de Mosul por
el momento no confirma los rumores que circulan acerca de un supuesto “impuesto
personal” a los cristianos en Mosul por parte de militantes islamistas del
Estado Islámico de Irak y del Levante (Siria).
Diferentes fuentes insisten en
que los cristianos que se han quedado en la ciudad son muy pocos, en su mayoría
ancianos. “Hasta ahora”, dice Mons. Nona, que también se ha trasladado a la
aldea de Tilkif, “sólo a ciertos empleados públicos cristianos se les ha dicho que
no volvieran a su lugar de trabajo, haciendo referencia expresa a su condición
de miembros de una minoría”.
“Por supuesto, la situación es
cada vez peor, y todos estamos preocupados. Pero también veo que la condición
de los cristianos a veces se convierte en objeto de operaciones de propaganda.
Es una manipulación peligrosa incluso para los mismos cristianos: hablan de
nosotros, pero en realidad apuntan a otros fines”.
El domingo 22 de junio en una
entrevista televisiva, el ministro iraquí de Derechos Humanos Mohammed Shia al
Sudani, acusó a los milicianos suníes de Isil de haber cometido atrocidades
entre la población de la llanura de Nínive.
Allí,
dejo el ministro, habrían quemado iglesias, obligado a pagar impuestos a las
comunidades cristianas y violentando a las mujeres cristianas, cinco de las
cuales, según el funcionario, se habrían suicidado después de haber sido objeto
de violencia.

No hay comentarios:
Publicar un comentario